Olga Moro-Coco, Secretaria General de IBERATAUD: “El ataúd español tiene salida hacia el exterior cuanto más valor añadido incorpora”


Desde que se propusiera la modificación de la norma 190.001 de Ataúdes en el Comité Técnico de Aenor, IBERATAUD ha liderado el grupo de trabajo cuyo propósito es adecuar la norma actual existente a la situación real de los fabricantes de ataúdes. La modificación de la norma va actualmente por la versión 16 y se ha comenzado con el proceso para modificar también la norma 11030, que data del año 1993.

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Olga Moro-Coco, Secretaria General de IBERATAUD ha participado en las reuniones en compañía de los miembros que forman parte también del CTN 190, representando los intereses de los fabricantes españoles de ataúdes.

¿Con qué fin se ha renovado la norma UNE 190.001 2012? ¿Por qué era necesario actualizarla?

La clasificación que reflejaba la norma de 2008 era muy compleja. Existían hasta 25 tipologías de ataúd, sin llegar a profundizar en la materia, con lo cual tanta exhaustividad no servía en realidad para delimitar cada tipo de arca.

Ustedes han colaborado activamente en su redacción. ¿Que novedades trae consigo?

La renovada norma española, que servirá como referente a la estandarización europea del ataúd, clasifica las arcas según su funcionalidad (enterramiento o incineración, o bien para traslados), su composición (genéricos o ecológicos) y su tamaño (para restos humanos y óseos, para párvulos y para adultos).

El criterio de la composición del ataúd, así como la descripción de sus elementos estructurales y sus características mecánicas, vienen a ser la parte más novedosa de la norma.

¿Qué le puede aportar al sector?

España es pionera en Europa en cuanto a la revisión y armonización de la normativa vigente sobre la fabricación de ataúdes. Vamos bien encaminados hacia los objetivos que Europa tenía planteados para la elaboración de una norma común. El sector tiende hacia la creación de una estandarización a nivel europeo, de forma que los requisitos que cumpla un ataúd en España sean los mismos que los que cumpla un ataúd en Francia o Alemania, etc.

¿Qué parámetros garantizan la resistencia y la calidad del ataúd, según la nueva norma?

Respecto a sus características mecánicas, todos los ataúdes (genéricos o ecológicos) deben cumplir la norma UNE 11030:1993, que refleja los métodos de ensayo a que serán sometidos los féretros:

- Ensayo de resistencia de las asas y asideros funcionales.

- Ensayo de resistencia a caídas de pesos sobre el fondo.

- Ensayo de resistencia a caídas repetitivas.

El CTN 190 tiene previsto acometer la puesta al día de esta norma en concreto, como siguiente paso a la actualización normativa global del segmento de la fabricación de ataúdes.

¿Cuál es la ‘esperanza de vida’ de un ataúd?

Indudablemente, depende de sus materiales, componentes y la calidad de su proceso de fabricación. De cualquier manera, la finalidad básica de un ataúd es el alojamiento y transporte del difunto. En ocasiones (cada vez más) se exige a la caja un comportamiento ortodoxo en caso de incineración (sin deflagraciones, colapsos o generación de humos). Pero el requisito inherente a un arca no es su durabilidad en el tiempo. De hecho, se requiere de ella un correcto servicio durante un cortísimo espacio de tiempo.

¿Qué distingue a un ataúd convencional de uno ecológico, según la nueva norma?

En el caso de los ataúdes ecológicos, todos los materiales utilizados deben ser respetuosos con el medio ambiente en todo el ciclo de vida del producto.

Sus elementos estructurales deben ser de origen sostenible. No se pueden tratar con productos peligrosos y han de tener en cuenta la cantidad y emisiones en el encolado. La norma establece resistencia mecánica y contenidos de humedad y no recomienda el uso de madera de gran densidad.

La madera de esta tipología de ataúdes debe ser de origen sostenible. Su condición de ecológicos limita el contenido y las emisiones del encolado.

Los recubrimientos interiores han de ser de fibras naturales o recicladas, degradables y sin sustancias tóxicas. Y los recubrimientos exteriores serán en base agua, exentas de contaminantes. Por último, las asas y ornamentos deben ser combustibles, degradables y biodegradables.

Tenían previsto modificar la norma 11030, cuya redacción se remonta a 1993. ¿Cuándo verá la luz la nueva norma? ¿Qué modificaciones traerá consigo?

El CTN 190 tiene previsto acometer la puesta al día de esta norma en concreto, como siguiente paso a la actualización normativa global del segmento de la fabricación de ataúdes. Es el paso subsiguiente que resta para encauzar la modernización de este subsector industrial.

¿Cuál es el estado de saludo actual del sector?

Los fabricantes españoles de ataúdes de madera y derivados, unidos en su Asociación IBERATAUD, observan cómo se diluye, al menos en su inicial virulencia, el problema de las importaciones chinas.

El sector tiene controlada y delimitada la cantidad media de defunciones por año, así como la capacidad instalada en el país. Lo cual ayuda a controlar, en cierta medida, la producción.

Contra lo que las personas de a pie puedan pensar, los fabricantes de ataúdes también padecen la crisis económica. Es usual recurrir a la frase de que “la gente siempre se muere, y este sector nunca tiene problemas”. Sin embargo, el incremento de los costes en las materias primas, la fuerte y creciente competencia y la siempre compleja negociación con las aseguradoras y funerarias ponen cada año más alto el listón a los fabricantes de arcas.

¿Son competitivos nuestros ataúdes en el exterior?

El grado de competitividad del ataúd depende estrechamente de los costes del transporte. Aunque se trata de cajas, y en principio no constituye problema alguno su desplazamiento y logística, los kilómetros encarecen su coste de forma exponencial.

El ataúd español tiene salida hacia el exterior cuanto más valor añadido incorpora. Sus posibilidades de entrar en mercados foráneos estriban en su diseño y calidad. De hecho, algunos fabricantes españoles ya están exportando sus cajas, poco a poco.

¿Qué repercusiones está teniendo en el mercado español la irrupción de países como China?

Hace unos años, los asiáticos saturaron el mercado. Hay muchos ataúdes almacenados en naves, en muy malas condiciones. Esto deterioró sensiblemente el flujo normal de la distribución. Pero su forma de actuar ha calado en el mercado, y ahora el cliente vuelve a buscar la confianza, producto y servicio que le da el fabricante nacional.

Defienda la compra de un ataúd español frente a uno chino o de otro país.

Consumir un ataúd fabricado en España sirve para conservar muchos puestos de trabajo. Además del tejido industrial inherente a esta actividad, existen otros muchos profesionales ligados a las empresas que fabrican féretros en nuestro país.

Por experiencia y amor a su oficio, los fabricantes españoles representan una garantía de calidad y también de servicio para su cliente, y también la seguridad de que la familia afectada por un óbito, dispondrá de un producto acorde a la normativa vigente y respetuoso con la ortodoxia laboral y el medio ambiente.

¿Qué medidas está tomando el sector en España para combatir esta competencia?

La principal medida, que ha resultado ser un éxito, fue la creación de IBERATAUD; la Asociación Española de Fabricantes de Ataúdes de Madera y Derivados, que ahora ha cumplido dos años de actividad, y ya empieza a ver cómo se resuelve, poco a poco, uno de los principales problemas que unió en su día a los fabricantes.

Entre otras actividades, la Asociación viene desarrollando interesantes iniciativas que están sirviendo para compactar y dar prestigio a un sector que estaba afectado por la amenaza de las importaciones y la ambigüedad de su marco normativo y su posición en la codificación arancelaria.